Sugerencias para estudiar

CdP/FNZ

 
 

Introducción
 
¿Por qué estudiar?
 
¿Es necesaria una técnica de estudio?
 
Una propuesta estratégica
 
Sugerencias específicas para estudiar
 

  


Introducción

La experiencia nos ha demostrado que, generalmente, las dificultades que la mayoría de ustedes enfrentan en los primeres años de estudios universitarios provienen, en gran medida, de su desconocimiento en Técnicas y Métodos de Estudio. Como un intento de compensar esta falencia, hemos preparado esta serie de documentos pedagógicos. Así, esperamos acompañarte en el importante y complejo trabajo académico que has iniciado e intentar hacer más eficiente tu esfuerzo, con la esperanza, de que éste rinda los frutos que todos esperamos.

Entre los temas que se irán desarrollando te encontrarás con sugerencias específicas para: planificar tu trabajo académico, participar adecuadamente de una clase, preparar y rendir una prueba o examen, usar eficientemente un texto y hacer más efectivo el trabajo en grupo.

Obviamente, tú ya has adquirido una cierta manera de enfrentar los desafíos académicos, en la cual deben existir aspectos que cambiar o mejorar. La única manera de descubrirlos es que leas muy atentamente estos documentos , para que puedas decidir cuales sugerencias de las que aquí se entregarán te conviene tomar en cuenta y cuales debes pasar por alto porque, o bien apuntan a un aspecto que tú ya tienes adecuadamente resuelto o no se compatibilizan con tu particular manera de ser. Esperamos que realices este esfuerzo, para que este trabajo cumpla sus objetivos.

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¿Por qué estudiar?

Son muchas y variadas las razones por las cuales estudiar, las hay buenas, no tan buenas y otras francamente malas; ¿Cuáles son las tuyas?. Entre las malas razones está el temor al fracaso, a repetir la asignatura, a perder beneficios, a defraudar a los padres, etc. Entre las buenas razones para estudiar podrían citarse: gusto por el saber, curiosidad intelectual, deseos de superación, identificación con la carrera, compensar esfuerzos de los padres, realización personal, etc.

Difícilmente se puede tener éxito cuando no hay interés por lo que se hace; el interés nace de las buenas razones, no del miedo; ni de sentimientos de fracaso sino de estímulos propios y optimistas.

Nada garantiza tan directa y eficientemente el éxito
como la fe, la determinación, y el esfuerzo.

Es necesario en la vida tener metas como también comprender que, en las académicas, el estudio es el mejor método para lograrlas.

Estudiar no es la simple acumulación de conocimientos en la memoria, éstos aisladamente no mejoran la ejecución de algo, para ello debes seleccionar y relacionar aquellos que sean apropiados para realizar eficientemente lo que necesites en tu vida. El éxito cotidiano no está en la medida de cuántos datos tienes en tu memoria, sino por lo que puedes hacer bien.

Es poco probable mejorar las ejecuciones sin aprendizajes, por lo tanto, si quieres ser eficiente en aquello que te interesa, debes lograr aprendizajes efectivos.

Aprender es un proceso que se efectúa de una manera definida, conforme a reglas bien establecidas en las que nada es misterioso ni espontáneo; son muchas y diversas las actividades que permiten el aprendizaje: asistir a clases, leer un texto, escuchar una conferencia, hacer cálculos, escribir un informe, resolver un problema, realizar una experiencia, discutir posiciones, proponer estrategias, etc. Todas ellas contribuyen efectivamente, pero, es claro que ninguna aisladamente resulta suficiente para aprender.

Se estudia para adquirir la capacidad de hacer algo bien.

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¿Es necesaria una técnica de estudio?

Es claro que para estudiar adecuadamente -es decir, lograr aprendizajes efectivos- es necesario primeramente una buena motivación, una actitud positiva y exenta de sentimientos de fracaso, pero ello no basta.

Por otra parte sabemos que no todos aprenden de la misma manera, cada uno debe descubrir la forma más adecuada a su persona. Sin embargo, existen técnicas que posibilitan un estudio eficiente y al mismo tiempo gratificante.

Por esta razón es altamente conveniente conocer algunas de ellas, pues de esa forma mejorarás la manera que ya has adquirido para enfrentar tus desafíos académicos.

En todo caso, recuerda que:

Las técnicas de estudio, por eficientes y probadas que sean, no constituyen
fórmulas milagrosas para aprender, solo son un recurso que canalizan y
optimizan tus esfuerzos.

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Una propuesta estratégica

Como se dijo anteriormente, hay muchas técnicas de estudio efectivo, pero es cada persona la que debe producir la suya, la que mejor se adapte, teniendo presente sus debilidades y fortalezas. Aquí te presentamos una sugerencia que puede servir de base para mejorar la tuya o para comenzar a elaborarla. Ante todo recuerda:

Todo aprendizaje auténtico exige la plena
participación de parte del alumno,
quien no puede olvidar su responsabilidad
personal en el aprendizaje.


Nuestra propuesta consta de cinco etapas.
 

1.  Mirada preliminar
Consiste en una rápida mirada para ver de que se trata el tema a estudiar, sin entrar en detalles. Su objetivo es tener ideas generales que despierten el interés por el tema. ¿Cómo hacerlo? 
  • Si el material de estudio (texto, apuntes, guías, etc.) tiene títulos, subtítulos, frases destacadas etc., ellos te ayudarán en la tarea de formarte la idea general. 
  • Si el material contiene una introducción o un resumen, ellos serán ideales para lograr el propósito.
  • Si no hubiere resumen ni subtítulos ni una introducción que sea apropiada, podrás hacer una lectura rápida buscando lo importante, lo destacado en cada página, ello te proporcionará una idea acerca de lo que enfrentarás y como se ha estructurado.
2.  Preguntas
Consiste en formularse preguntas, cuyas respuestas esperas encontrar a través de tu estudio. 
¿Qué preguntas formularse? Algunas de ellas podrían ser: 

¿Qué es ...?, ¿en qué se diferencia ... de ... ?, ¿siempre es verdadero ...?, ¿tendrá relación con ...?, ¿para qué?, ¿cuándo y bajo qué condiciones es válido...?, ¿en qué se basa la afirmación ... ?. 

La base del aprendizaje es la formulación de preguntas trascendentes 
que puedan llevar al conocimiento, tras una investigación, 
ya sea en un texto, en materiales afines u otros a que tengas acceso.

Una costumbre saludable es anotar las preguntas que van surgiendo y cada cierto tiempo releerlas y marcar las que ya has logrado responder eficientemente. Esta etapa cumplirá el rol de encauzar tu aprendizaje.
 

3.  Leer
Leer comprensivamente para allegar información, para ello los cinco sentido deben estar atentos a exprimir la mayor cantidad posible de información contenida en el material que se estudia. No se puede resolver un problema, por ejemplo, sin previamente tener una comprensión cabal de él. En esta etapa es necesario poner en acción la curiosidad y toda la concentración de manera que leas no palabras, sino la información contenida en ellas. 
4.  Exponer los temas leídos
Consiste en explicar en palabras propias lo que se ha leído. Cuando termines de leer un párrafo, una definición o una propiedad aparta tu vista del texto y en tus propias palabras reconstruye lo leído (no trates de recitar de memoria), este proceso te ayudará a saber si realmente has tomado la idea, y si está suficientemente clara. En general no memorices, salvo que sea indispensable, pero aún si lo necesitas, este procedimiento te será útil. 

El resumen de ideas expresada verbalmente, debes repetirlo al final de una unidad temática. Al hacerlo contribuirás, a entender la organización que tiene el tema en estudio, lo que es vital para el aprendizaje. No vale la pena tener sólo ideas sueltas, repetir definiciones o conceptos aislados que no sabes relacionar con otras ya aprendidas. 

Si realmente quieres aprender y recordar dedícale la mayor
importancia a esta etapa de exposición.


 
5.  Conocimientos adquiridos
Esta última etapa es una nueva meditación que haces ahora con fines de repaso, así tu cerebro tendrá una nueva oportunidad para examinar completamente el material disponible, y por otra parte, podrás darte cuenta de aquellos puntos débiles, sobre los cuales es necesario volver. 

Lo propuesto para esta etapa de tu estudio es muy similar a la anterior exponer lo leído. Sólo que ahora se hace en forma más abreviada, y su propósito es el de una revisión de lo efectivamente aprendido. 

No se trata de volver a leer, es volver a pensar a cerca de lo leído o ejecutado. 

Esta etapa te exige que: recuerdes, pienses, razones, deduzcas, organices y resumas, todo en tus propias palabras, con ella personalizarás el aprendizaje que ahora es tuyo.

La secuencia propuesta es una cadena de acciones que conduce a un estudio más efectivo, pero desgraciadamente no es milagrosa.

Aunque la inteligencia y la memoria
son importantes para tu éxito académico,
no son las bases principales;
más bien se requiere
constancia,
persistencia
y
voluntad

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Sugerencias específicas para estudiar

A continuación se entrega una serie de consejos que, como la experiencia indica, deberían orientar adecuadamente tus estudios.
 
 

1.  Nada reemplaza a la preparación diaria.

Desgraciadamente, la experiencia ha comprobado que las urgencias de último momento para preparar una evaluación, están muy lejos de dar el resultado esperado. Es por ello que, la primera recomendación que debe tenerse en cuenta para lograr buenos resultados en tus estudios es: partir tu trabajo desde el primer día de clases (o si ya no lo hiciste, al menos desde hoy ), lo que significa: asistir a todas las actividades de cada curso y ser un agente activo en cada una de ellas.

2.  Planificar tu tiempo.

Una frase que se escucha regularmente es "¡me falta tiempo!", la cual mucha veces no es totalmente válida. Lo que sucede es que se acusa al tiempo de nuestra falta de organización; por esta razón, es altamente conveniente planificar el tiempo.

Piensa un momento sobre el aspecto comentado y luego que compartas, al menos parcialmente, la última afirmación continua con la lectura de este material. 

Un buen ejercicio para iniciar el proceso de planificar adecuadamente tu tiempo es, hacer un recuento del número de horas (con su respectivo porcentaje) que dedicas semanalmente a: 

  • Dormir
  • Aseo, comida, viajes
  • Asistir a clases y actividades afines
  • Estudiar
  • Trabajar
  • Otras ocupaciones (biblioteca, deportes, hobby, etc.)
  • Horas sin ocupación prefijada.
Ahora, saca tus conclusiones del recuento precedente, con respecto a: 
  • Tiempo que estás dedicando al estudio
  • Tiempo que empleas en otras actividades
  • Del tiempo sin ocupación pre-fijada, ¿cuánto estás aprovechando realmente bien?
Asumiendo, que estás dispuesto a. realizar un primer intento para organizar eficientemente tu tiempo, al hacerlo te sugerimos que tengas en cuenta las siguientes indicaciones: 
 
 
(a)  Adopta un criterio para distribuir tu tiempo.
Por ejemplo, dedicar más tiempo a las asignaturas que te son más difíciles, sería un criterio adecuado; pero sin olvidar la importancia que tienen las asignaturas, que aunque te sean más fáciles, son relevantes en tu formación profesional.
 
(b)  Escribe una lista de todas las actividades que tienes que hacer en cada asignatura.
Por ejemplo, horas de estudio, repasar cada clase, desarrollar guías de ejercicios, hacer tareas, preparar informes, etc.
 
(c)  Realiza un horario semanal de actividades.
En él debes contemplar espacios para todas las actividades recién señaladas en (b) 
incluyendo, obviamente, horas para descanso y recreación 

Esencialmente, en tu horario semanal, debes dejar espacios para: 

  • Estudiar, actividad que no debe estar orientada exclusivamente a preparar pruebas o a competir con tus compañeros, sino también espacios en los que tratarás de obtener un conocimiento profundo del mundo y de la realidad. Espacios para crear y no sólo repetir. Espacios en los que tendrás que ir adquiriendo un gusto por el saber que te permita, poco a poco, actuar intentando lograr, en última instancia, una mejor sociedad.
     
  • Formación global, la que tendrás que buscar en niveles paralelos al estudio de tu carrera. En general, esto proviene de: lecturas adicionales sobre temas de tu interés, cine, teatro, música y arte. O bien practicando algún instrumento musical o expresión artística.
     
  • Convivir y compartir con los demás. Es necesario que también dejes espacios en los que tengas oportunidad de conocer a los demás y que ellos te conozcan a ti. Debes tener en cuenta que hay muchos que necesitan de tu tiempo: tu familia, tus amigos, tu polola (o), tus compañeros, etc.
Es nuestro deber prevenirte que la planificación adecuada de tu tiempo, no será óptima en el primer intento, por lo que debes estar preparado para revisar y ajustar periódicamente tu horario semanal de actividades. 

En tu programación semanal, habrán espacios con alto grado de rigidez: Horas de clases, Talleres, Laboratorios, Horas de ayudantía.  Típicamente después de cada clase, se ha dejado un espacio para re-hacerla, esto consiste en siguiendo tus apuntes de esa clase, repasarla completamente deteniéndote en los principales conceptos y desarrollando las actividades o ejercicios que hayan quedado propuestos. Marca todas las dudas que te surjan y consúltalas en lo posible antes de tu próxima clase. También debes considerar espacios razonables para tu descanso y entretención y "comodines" que tendrás que ir asignando a actividades que te requieran más atención (una prueba que se acerca, preparar un informe, etc.).

 
3.  Asiste y participa activamente de cada actividad académica.

Esto consiste, esencialmente, en que hagas tu mejor esfuerzo para estar atento, concentrado y ser un agente activo en las clases, ayudantías, talleres, etc. En cada una de estas actividades, siempre toma nota de lo más relevante y consulta todas las dudas que te surjan

No olvides que toda duda que te guardes 
irá, inevitablemente, generando otras.
 

4.  Estudia en un lugar tranquilo.

Más adelante, desarrollaremos este punto en más detalle. Mientras tanto, recuerda que, si en tu casa o pensión no dispones de un lugar adecuado para estudiar, nuestra Universidad te ofrece lugares apropiados y agradables para ello: Biblioteca y sectores de estudio que generalmente están a tu disposición las 24 horas del día. 

5.  Estudia en grupos pequeños.

Si no eres de aquellas personas que ya tienen el hábito de estudiar sola, realiza parte importante de tus estudios en grupos pequeños (número de alumnos  = n <5, de preferencia n < 3), ya que esto, en general, te permitirá resolver dudas e intercambiar opiniones sobre el tema tratado. Este sistema es más efectivo si tú, previamente, has revisado sólo los temas a estudiar. 

Este aspecto, estudio en grupos, también será comentado, más adelante. 

Para finalizar, te entregamos algunas sugerencias puntuales que te ayudarán en el trabajo que realizarás en las asignaturas de Matemática.